Los disipadores de calor de cobre extruido representan una de las soluciones térmicas más ampliamente adoptadas y tecnológicamente maduras en la refrigeración electrónica moderna. Con su excepcional conductividad térmica, fiabilidad sobresaliente y alta flexibilidad de diseño, constituyen la opción ideal de gestión térmica para diversos dispositivos, desde CPUs y GPUs de alta potencia hasta iluminación LED y módulos de fuente de alimentación.
Ventajas:
Conductividad térmica inigualable: el cobre puro tiene una conductividad térmica de hasta 401 W/(m·K), muy superior a la mayoría de los materiales metálicos. Esto permite una transferencia rápida y uniforme del calor desde las fuentes térmicas (como chips) hacia cada aleta del radiador, mejorando significativamente la eficiencia general de enfriamiento.
Proceso de fabricación maduro: el proceso de extrusión fuerza lingotes de cobre calentados a través de matrices de precisión bajo una presión inmensa, formando estructuras complejas de disipadores de calor en una sola operación. Esta técnica ofrece fiabilidad comprobada, alta eficiencia de producción y control de costos, lo que la hace ideal para la fabricación estandarizada a gran escala.
Durabilidad Robusta y Rendimiento Estable: Los disipadores de calor de cobre extruido presentan estructuras densas con excepcional resistencia mecánica y resistencia a la corrosión. Su rendimiento térmico permanece estable bajo condiciones prolongadas de alta temperatura, garantizando el funcionamiento continuo y confiable de los dispositivos electrónicos.
Adaptabilidad Flexible en el Diseño: Al cambiar los moldes, se pueden producir disipadores de calor de diferentes dimensiones, alturas de aletas, densidades y formas para adaptarse a diversas aplicaciones, desde espacios compactos hasta requisitos elevados de disipación de calor. Las aletas pueden diseñarse más delgadas y densas para aumentar el área superficial de disipación de calor, maximizando la eficiencia de enfriamiento dentro de espacios limitados.


